Las medidas adoptadas por los gobiernos para controlar la expansión del virus COVID-19, como el distanciamiento social y los confinamientos domiciliarios, tuvieron una implicación directa en los centros educativos, haciendo que se tuviera que cambiar, en un breve lapso de tiempo, de una formación presencial a otra a distancia. Tanto las sesiones prácticas como las metodologías activas, que se basan en una interacción entre alumnos y docentes, fueron especialmente afectadas por estas medidas. El presente artículo lleva a cabo un estudio de caso único descriptivo sobre la implementación en la modalidad a distancia de un proyecto de «Educación artística» en 6º de Educación primaria, para lo que se ha analizado el contexto del grupo en relación a las TIC, se ha documentado el proyecto y se han descrito las interacciones virtuales entre alumnos y docente. Los resultados muestran que los estudiantes apenas tuvieron dificultades en el uso de la plataforma digital, al haber participado en un proyecto previo de blended learning. Sin embargo, tuvieron problemas con el software específico. La solución aportada por el docente, basada en Flipped Classroom, no tuvo un gran impacto como pudo comprobarse tras el análisis de las métricas de visualización. También se ha identificado que todas las interacciones se realizaron a través de emails y comentarios en la plataforma digital y que estas se redujeron significativamente conforme se avanzaba en el cronograma del proyecto.