RESUMENAproximadamente un millón de personas mueren cada año debido a suicidio. Poblaciones de alto riesgo de suicidio incluyen militares, adolescentes, ancianos, y pacientes con enfermedades crónicas mentales o médicas. Más de 90% de suicidios ocurren en personas que sufren de alguna enfermedad psiquiátrica. Prácticamente todas las enfermedades psiquiátricas aumentan el riesgo de suicidio, sin embargo la depresión está asociada a más de la mitad de los casos de suicidio. Hallazgos clínicos, epidemiológicos, autopsias psicológicas, en genética, neuroquímica, y neuroimágenes han incrementado significativamente nuestro conocimiento sobre el suicidio. El factor biológico más consistentemente asociado a suicidio es la disminución en la neurotransmisión serotoninérgica, particularmente en la zona ventral de la corteza prefrontal. Déficits en la función de la zona ventral de la corteza prefrontal están asociadas a impulsividad y a subóptima toma de decisiones. Las otras aminas biogénicas y el eje hipotalámico-pituitaria-adrenal (HPA) también parecen estar involucrados en la proclividad al suicidio. Los factores cognitivos y psicológicos involucrados en suicidio incluyen desesperanza, dolor psicológico o mental, impulsividad, pobre habilidad para solucionar problemas, perfeccionismo y pobre autoestima. Los factores de protección contra el suicidio más estudiados son: acceso y utilización de servicios de salud, conexión significativa con familia y la comunidad, y creencias religiosas y culturales que se oponen al suicidio. A pesar de la abundancia de estudios realizados, aun carecemos de factores fidedignos de predicción de riesgo de suicidio y debemos basarnos en el reporte del individuo y emplear el juicio clínico. Por eso continúa siendo tremendamente difícil predecir quién morirá por suicidio. Dada esta dramática carencia, continúa siendo una alta prioridad el desarrollo de estrategias de detección y prevención de suicidio, especialmente en poblaciones de alto riesgo.PALABRAS CLAVE: Suicidio, depresión, neuroimágenes, genética, neurotransmisores.
SUMMARYApproximately one million people worldwide die from suicide every year. High risk populations include active military, adolescents, the elderly and the chronically mentally and physically ill. More than 90% of suicides are in individuals with a diagnosable psychiatric disorder. Practically all of the major psychiatric disorders are associated with an increased risk for suicide, but depression accounts for more than half of the cases. Clinical observation, epidemiological studies, psychological autopsies, genetics, neurochemistry and brain imaging have yielded important findings that have contributed to our increased understanding of suicide. The strongest biological factor associated with suicide is decreased serotonergic neurotransmission, particularly in the ventral prefrontal cortex. Deficits in ventromedial prefrontal cortex function are associated with impulsivity and impaired decision making. Additionally, a burgeoning body of evidence supports a central role o...