En la actualidad, la academia puede centrarse en la búsqueda de nuevas metodologías de enseñanza para recrear ambientes únicos, con ventajas como la versatilidad y adaptabilidad de los recursos y del tiempo, generando nuevas posibilidades de interacción, desarrollo y aprendizaje. Además, se busca trasladar el eje central del acto pedagógico desde el profesor hacia el estudiante, transformándolo en el responsable y protagonista de su propia formación académica. Lo anterior es posible a través de la dinamización de nuevas pedagogías y modelos que invitan a centrarse en el estudiante, mediante relaciones interestructurantes de experimentación y construcción colectiva de conocimiento, con el objetivo de lograr que los actores del proceso educativo trabajen con un enfoque de aprendizaje significativo que les permita promover avances notables en la construcción del conocimiento. Un ejemplo de ello es la estrategia de Aula Invertida, estrategia que se resalta en esta revisión documental como un método de gran utilidad para que, en mediación con el saber disciplinar, en este caso, la química, se convierta en una nueva posibilidad de interacción y aprendizaje en el acto educativo. Se esperan resultados que reflejen un trabajo más independiente, seguro y con mayor apropiación de los contenidos, gracias a la disponibilidad de nuevos e innovadores recursos tecnológicos. Además, se resalta la importancia de promover estos ambientes virtuales en la educación, mediante la implementación de herramientas TIC, para dar respuesta al desafío que representan constantemente los entornos del aula educativa para las nuevas generaciones de estudiantes.