“…En esta línea, el perfil egipcio es una institución gráfica referida al cuerpo que no surge exnovo, sino que viene dada por la anamnesis de modelos precedentes, es decir, a través del refinamiento de siluetas ya realizadas relativas a las acciones de dominación tanto del enemigo como de los animales. Según atestiguan las escenas de la tumba egipcia pintada más antigua conocida en Egipto, la tumba 100 de Hieracómpolis (Nagada II, 3500-3200 a.C.), cuyos fragmentos se conservan en el Museo Egipcio de El Cairo, vemos imágenes de navegación, caza y lucha (Quibell y Green, 1902;Midant-Reynes, 2003) en las que los personajes emulan a unos cuerpos que no son bultos estáticos en el espacio, sino seres que necesitan desenvolverse dinámicamente para sobrevivir (fig. 1).…”