En el contexto de la lírica quechua oral y escrita la orfandad es un tópico al que los harawikuq y poetas han acudido con frecuencia para escribir sentidos poemas de dolor debidos a la pérdida de los seres queridos (los padres, la amada, el lar patrio, etc.), tal como se aprecia en la canción, taki, “Intillay Killallay”. En la poesía letrada, un ejemplo puntual es el poema anónimo “Apu Inka Atawallpaman”, sobresaliente muestra de poesía quechua inspirada en la ejecución de Atahualpa. En este artículo estudiamos algunas particularidades de la retórica asociadas a los efectos de luminosidad que contribuyen a la representación de una atmósfera sombría y angustiante. Asimismo, analizamos la presencia y protagonismo de la naturaleza humanizada (arcoíris, sol, luna, granizo / paloma, venado) que infunden al poema un sentido de orfandad cósmica y dolorosa. Finalmente, veremos, de manera breve, los casos de paralelismo entre la ejecución de Atahualpa y la crucifixión de Jesucristo. Para el efecto, acudiremos al método hermenéutico y a la técnica de análisis del contenido. Asimismo, en determinados casos a las categorías andinas. La conclusión demuestra que, sin la hábil incorporación de la naturaleza al poema y sin la presencia de gradaciones de luminosidad, la elegía Apu Inka Atawallpaman sería menos cósmica, menos dramática y contundente.