“…Las impresiones en 3D hoy en día utilizan varias técnicas para producir andamios tridimensionales por ejemplo, impresión por inyección de tinta, estereolitografía, entre otras y estos resultan tener la capacidad de apoyar a la formación de hueso maduro, (Mangano C et al, 2021) además la impresión en 3D genera una porosidad regular y controlada, alta biocompatibilidad, capacidad de mantener el espacio y, para procedimientos de regeneración ósea, son capaces de proporcionar una mayor osteoconductividad lo que parece mejorar la calidad ósea junto con la vascularidad. (Perez et al, 2023) Una gran ventaja de la impresión es que ayuda a diseñar y producir injertos que se adapten a las zonas de defectos específicos y extensos. (Perez et al, 2023) Por otro lado, se debe tener en cuenta que son bloques que tienen una resistencia similar a la del hueso trabecular, es decir de 12 MPa acompañado que tienen una arquitectura porosa lo que los hace ser relativamente frágiles.…”