“…Sloan, simpatizante del socialismo, podía disponer de sus dibujos para la prensa como instrumento político; sin embargo, fue el más optimista del grupo y se negaba a reducir a sus personajes a estereotipos de una clase mísera; al contrario, aunque satírico en alguna de sus pinturas, veía a "su gente" (fig. 1.4.13) como alma y cuerpo verdaderos de la ciudad (Hughes, 1999). Por el contrario, Bellows, más próximo al anarquismo y radical defensor de la libertad individual, sentía fascinación por la violencia y sus cuadros de boxeadores en plena acción, audazmente expresionistas (Mecklenburg et al, 1996), son los más conocidos (fig.…”