En esta investigación se realizaron pruebas para corroborar la viabilidad de integrar vidrio considerado un residuo, en el proceso de fabricación de cerámica, y así disminuir tanto el uso de materias primas vírgenes, como el consumo de energéticos. Se recuperó y procesó vidrio de botellas de un solo uso para integrarlo en la formulación de compuestos cerámicos. Se utilizó el enfoque de la ecoeficiencia para comparar los resultados obtenidos, y así configurar procedimientos que se integraron a la propuesta planteada. Debido a que cada comunidad alfarera dispone de una materia prima con características propias, que le son dadas de acuerdo al entorno particular en el que se desarrollan, fueron seleccionadas dos arcillas, cuyas muestras se ubicaron en los extremos de las características de un material óptimo para confeccionar piezas cerámicas: a) una arcilla con alto grado de plasticidad y b) una tierra rojiza con alto contenido de hierro. Las pruebas de plasticidad, encogimiento, porosidad y resistencia a la deformación se realizaron con un compuesto cerámico que contenía tierra, arcilla y vidrio molido en diferentes proporciones, para comparar sus propiedades después de un proceso de cocción. Los resultados muestran la factibilidad de reutilizar residuos de vidrio al incorporar éstos en el proceso de fabricación de cerámica, logrando obtener piezas de características adecuadas, al tiempo que: a) se disminuye, hasta en 20%, el consumo de arcillas y b) se promueve una mayor eficiencia energética del proceso de cocción: a la misma temperatura, las muestras a las que se ha agregado el vidrio registraron una disminución en el punto de sinterización, lo que representa un ahorro en el consumo de energía.