“…De mayor interés para nuestro estudio resulta la exploración de la variabilidad entre los géneros. El comportamiento de las citas se ha investigado principalmente en el artículo de investigación (entre otros, Swales, 1990;Hyland, 1999;Fløttum, Kinn y Dahl, 2006;Mur-Dueñas, 2009) y la tesis doctoral (entre otros, Dong, 1996;Thompson y Tribble, 2001;Gallardo, 2010;Soler-Monreal y Gil-Salom, 2011), aunque en los últimos años ha venido creciendo la atención prestada a la práctica de la citación en el género que analizamos en este artículo, el Trabajo de Fin de Máster (Petrić, 2007;Jalilifar, 2012;Rabab´ah y Al-Marshadi, 2013;Samraj, 2013;Sánchez-Jiménez, 2013, 2016, 2018a, 2021Oskueia y Kuhi, 2014;Nguyen y Pramoolsook, 2016), así como en los cursos universitarios de grado (Mansourizadeh y Ahmad, 2011;Luzon, 2015;Viemeyer, 2017;Wette, 2017;Lee, Hitchcock y Casal, 2018;Zhang, 2018;Gao, Picoral y Staples, 2021;Meihami y Esfandiari, 2021). En síntesis, se ha comprobado en estos trabajos que los escritores expertos utilizan una mayor variedad de funciones de las citas en sus textos dependiendo del propósito retórico de cada apartado del escrito, mientras que, por el contrario, los universitarios se limitan a reproducir el conocimiento sobre el tema investigado mediante la atribución del conocimiento a la fuente original en todo el texto, como informan de manera más específica los estudios que han contrastado la práctica de la citación entre la escritura académica de expertos y estudiantes universitarios (Mansourizadeh y Ahmad, 2011;Jalilifar, 2012;Sánchez-Jiménez, 2020a;Meihami y Esfandiari, 2021).…”