La insuficiencia respiratoria neonatal es la incapacidad del sistema respiratorio para soportar oxigenación, ventilación o ambas, en niños recién nacidos. Esta es desencadenada principalmente por el síndrome de distrés respiratorio (SDR), o enfermedad de la membrana hialina (HMD), asociada a la inmadurez del desarrollo en la producción de factor surfactante. Los neonatos con dificultad respiratoria tienen de 2 a 4 veces más probabilidades de morir que aquellos sin dificultad respiratoria.
Se realizó una descripción clínica, diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia respiratoria por inmadurez pulmonar en población pediátrica, según la evidencia científica encontrada a través de una revisión bibliográfica de la base de datos PubMed y Elsevier.
Se ha evidenciado que factores como una puntuación de Apgar baja de 5 minutos, parto prematuro, parto por cesárea, asfixia neonatal, diabetes mellitus materna, hipertensión materna y embarazo múltiple inciden de forma directa en la presencia de esta patología en neonatos.
Al realizar un ultrasonido pulmonar, se pueden reconocer fácilmente los signos y síntomas de la dificultad respiratoria e iniciar estrategias de manejo para prevenir complicaciones significativas o la muerte. Como tratamiento se utiliza el factor surfactante, la presión positiva continua en las vías respiratorias (PPCVR), el soporte respiratorio no invasivo, la ventilación invasiva y los corticosteroides posnatales, donde se maneja de forma exitosa esta enfermedad; sin embargo, en algunos pacientes puede progresar a insuficiencia respiratoria crónica, que requiere traqueostomía y ventilación mecánica a largo plazo.