“…En la bibliografía revisada se han dividido en seis categorías los indicadores que se proponen: marketing (cómo se promociona el repositorio) (Westell, 2006;Cassella, 2010;Primary Research Group, 2012;Vierkant, 2013); indicadores económicos, es decir, cómo se financia tanto desde la universidad como externamente; interoperabilidad y cooperación con otros repositorios, que está relacionado con la facilidad para ser recolectado y la relación con otras instituciones (Westell, 2006;Swan, Houghton, 2012;Cassella, Morando, 2012;Primary Research Group, 2012); políticas, que indica qué grado de implicación tiene la propia institución en el depósito de documentos de investigación en el repositorio (Kim, Kim, 2006;Westell, 2006;Barrueco Cruz et al, 2010;Vierkant, 2013); contenidos, que indican numéricamente si los investigadores o docentes están realmente concienciados porque introducen sus resultados en el portal (Swan, Houghton, 2012); y, por último, servicios de valor añadido, que supone el esfuerzo de cantidad de personas, y cualificación, por una parte, y por otra los servicios que se dan a los investigadores para que les interese el repositorio como herramienta de difusión de sus investigaciones (Thibodeau, 2007;Cassella, 2010;Vierkant, 2013).…”