“…Si bien existen dudas sobre una estructura generalizada de las fortalezas y virtudes del carácter (Snow, 2019), se ha encontrado que estos rasgos positivos se relacionan con variables como la inteligencia emocional, el afecto positivo (Ros-Morente, Alsinet, Torrelles, Blasco, & Jordana, 2018), la satisfacción con la vida (Yin & Majid, 2018) y el rendimiento académico (Cosentino, Torres & Clotet, 2009), En el ámbito educativo el estudio de las fortalezas se ha centrado en analizar el perfil positivo de los estudiantes; por ejemplo, Jiménez, Alvarado y Puente (2013) encontraron que las virtudes más desarrolladas en estudiantes de trabajo social son la humanidad y la justicia. Así mismo, Calderón-Garrido, Forés-Miravalles, y Gustems-Carnicer (2016) encontraron que las cinco fortalezas mejor puntuadas en estudiantes universitarios con formación social fueron generosidad, igualdad, trabajo en equipo, honestidad y juicio, mientras que las fortalezas menos puntuadas fueron autorregulación, prudencia, perspectiva, creatividad y espiritualidad.…”