La investigación se centró en revitalizar un reactor inactivo por más de 25 años, otorgándole una doble función como intercambiador de calor. Este proceso implicó una reingeniería completa, la incorporación del control de procesos mediante el monitoreo de variables claves y la creación de un manual de uso y un plan de mantenimiento para maximizar su durabilidad y mejorar la disponibilidad del equipo. Inicialmente, se llevó a cabo una revisión teórica del material necesario, seguida por una evaluación de las condiciones iniciales del equipo. Además, se corrigieron los errores identificados y se determinaron las reparaciones y adquisiciones necesarias. Posteriormente, se propuso un enfoque que permitiera a la Universidad Metropolitana aprovechar el equipo para nuevas prácticas e investigaciones, incorporando un control de procesos automatizado que permitió el registro de variables relevantes y facilitó su análisis posterior, integrando sensores para registrar datos significativos. Los valores cuantitativos obtenidos de las pruebas, como la velocidad de transferencia de calor y la uniformidad de su distribución radial demostraron que la agitación afecta la transferencia de calor y su distribución. Esta propuesta ayudó a mitigar el costo de oportunidad al tener el equipo operativo para la educación y la investigación, generando beneficios financieros para la institución.