“…Existen estudios como los llevados a cabo por Aubel & Ohl (2014), Fincoeur y Paoli (2014), López (2014), Loraschi, Galli y Cosentino (2014) o Morente-Sanchez & Zabala (2015), que afirman la existencia de actitudes permisivas hacia el dopaje por parte de personas que practican ciclismo. Del mismo modo, también encontramos investigaciones que hablan de un alto porcentaje de culturistas o personas relacionadas con el levantamiento de peso que consumen sustancias dopantes (Lucidi, Zelli, & Mallia, 2013;Nogueira, Aline de Freitas, Oliveira, Vieira, & Gouveia, 2014;Raschka, Chimiel, Preiss, & Boss, 2013;Wazaify, Bdair, Al-Hadidi, & Scott, 2014). Sin embargo, hay autores como Morente-Sanchez, Mateo-March & Zabala (2014), que encontraron en su estudio realizado a 33 ciclistas del Equipo Nacional Español de ciclismo en carretera, que estos tenían actitudes muy poco permisivas hacia el uso de sustancias dopantes.…”