“…En los siguientes años fueron incorporándose nuevos avances como la introducción del electrocardiograma (ECG), electroencefalograma, transductores para la monitorización directa de la presión arterial (PA), el uso de cánulas intravenosas de gran calibre y bombas para transfusión sanguínea. La primera publicación en la que se detalla la monitorización necesaria para la anestesia cardíaca fue escrita por Conn, y data de 1959 [25]. Durante esta época, en los casos más severos de enfermedad cardíaca la mayoría de autores defendían el empleo de anestesia "ligera", y como técnica más extrema C.E.…”