“…Deben presentar buen drenaje tanto interno como externo, ya que es una planta altamente susceptible al encharcamiento. Se adapta bien a pH ácido entre 5,2 y 6,7 siendo 5,7 el óptimo Osorio, 1975;ICA, 1977;Rodríguez y Duarte, 1977;Cortes y Ruiz, 1978;Escobar, 1988;Fedecafé, 1989;Bonnet, 1994. La disponibilidad de agua debe ser suficiente, al igual que el contenido de materia orgánica y tener un contenido de arcilla medio, sin que los suelos sean excesivamente arcillosos como para permitir encharcamientos, ni tan arenosos 21 que no retengan la humedad suficiente para las plantas. En los casos de insuficiencia de agua, los frutos que se producen son de mala calidad, no crecen, no desarrollan un color agradable y tienen poca dulzura Franco et al, 1996. En zonas de alta pluviosidad se prefieren suelos con un 5 a un 26 % de pendiente, en zonas de menor pluviosidad, se cultiva en suelos planos o de pendiente ligera (0 a 5%); la profundidad efectiva debe ser 1 m o más Escobar, 1988;Franco et al, 1996.…”