Para un país como Uruguay, la gestión de las relaciones bilaterales con un país como China son claves, dada la importancia que el país asiático representa para la economía mundial. Los cambios que ha experimentado dicho país en las últimas décadas lo ha posicionado como uno de los principales mercados de importación y exportación, y ha reconfigurado las dinámicas del comercio internacional. Uruguay no quedó ajena a este fenómeno. China es hoy el principal socio comercial este país, y dicho acercamiento, que en primer lugar se ha dado mediante el comercio, ha abierto las puertas para el estrechamiento de los lazos en otras áreas. Dada la importancia que representa, es posible encontrar estudios que analizan las relaciones bilaterales entre las partes desde diferentes enfoques: algunos más enfocados en temas como los políticos, o en temas económicos, de cooperación, asuntos culturales, de migraciones, entre otros. Son numerosos los estudios en donde se puede ver reflejada la evolución de las relaciones políticas y comerciales entre ambos países. Sin embargo, es más difícil encontrar estudios que aborden el tema desde la óptica empresarial. A pesar de que el comercio ha sido el motor impulsó las relaciones bilaterales, y se dé por entendido que las empresas jugaron un rol fundamental en el mismo, los análisis que se realizan no suelen incorporar las visiones del sector empresarial frente al mercado chino. Este trabajo pretende ser un aporte al campo de estudio desde una mirada que se enfoca en el sector privado, por lo que si bien se buscará entender a nivel más estatal cuales han sido los principales motores que han dinamizado las relaciones, se intentará determinar qué opinión tiene el sector empresarial frente a la política comercial desplegada por parte de Uruguay hacia China.