“…Aunque, por lo general, las relaciones entre familias y escuelas son más frecuentes y estrechas en los centros rurales que en los urbanos, estas escuelas necesariamente deben estrechar lazos de colaboración, abrirse al contexto y conocer y valorar el entorno, las tradiciones, los valores y creencias específicas de la comunidad local sobre la educación (Álvarez y Vejo, 2017;Li, 2019;Vigo y Soriano, 2015). Para las familias la escuela rural en algunas regiones fue sinónimo de escuela de segunda, pero esta tendencia parece estar cambiando, aunque algunas familias siguen pensando que las escuelas urbanas tienen mayor "calidad" (Quílez y Vázquez, 2012;Raso, Marín y Rodríguez, 2017). No obstante, las familias de las escuelas rurales siguen teniendo una visión de la escuela muy ligada a lo asistencialista y con frecuencia realizan demandas al profesorado que superan sus competencias docentes (Alvarez-Alvarez y Ugarte-Higuera, 2019).…”