“…Su finalidad es alargar el tracto vocal de forma artificial semiocluyéndolo para así generar atenuación en las impedancias glótica y del tracto vocal (Sampaio et al, 2008) produciendo un cambio positivo en la vibración de los pliegues vocales. En el ámbito logopédico, esta técnica se ha empleado para el tratamiento de patologías de voz como fatiga vocal (Calvache, 2017), tensión muscular laríngea (Sielska-Bandurek et al, 2017;Stemple & Hapner, 2019), nódulos (Calvache, 2018, Romero-Arias et al, 2018, sulcus (Karali & Cetin, 2019;Wilder & Román, 2018), parálisis recurrencial (Jara et al, 2021), disfonía espasmódica (Lim et al, 2016), distrofia muscular oculofaríngea (Romero-Arias et al, 2020), y parkinson (Chae et al, 2019;da Silva et al, 2021), obteniendo resultados favorables (Simberg, 2000;2004).…”