“…Por otra parte estudios que evalúan la calidad de vida en adolescentes, a partir de indicadores como "la autoestima, el bienestar emocional y el ambiente familiar", los cuales coinciden con la concepción de bienestar psicológico de esta investigación, así como el "desarrollo o las actividades relacionadas con los pares" (similar a nuestro indicador competencia social), señalan que no existen diferencias entre hombres y mujeres adolescentes en dichas mediciones (Guadarrama, Hernández, Veytia, Márquez y Carrillo, 2015). Por otra parte los resultados coinciden con muestras de jóvenes y adultos en donde no se reportan diferencias en el bienestar de hombres y mujeres pertenecientes a sectores vulnerables (Escarbajal-Frutos, Izquierdo-Rus, y López-Martínez, 2014). Aunque algunos autores coinciden en que el bienestar es menor en las mujeres adolescentes que en los hombres, debido a una combinación de factores psicosociales y hormonales (Naninck, Lucassen y Bakker, 2011), en términos generales se puede concluir que no existe un consenso entre las diferencias de género y las variables de investigación, pero para esta muestra tanto hombres como mujeres presentaron puntuaciones similares en el bienestar psicológico, resiliencia, apoyo social, competencia social y sucesos de vida.…”