“…Tarea nada fácil para el docente por cuanto tiene que empezar por ocuparse de su propia personalidad, por analizar sus emociones, sus sentimientos, sus pasiones y sus habilidades (Tenti-Fanfani, 2009;Del et al, 2015). En la medida en que se ocupe de estos aspectos puede convertirse en el soporte fundamental del clima emocional del aula (Esteve-Zarazaga, 2009), será menos complejo escuchar y comprender al otro (Pascualetto & Franco, 2019;Romero et al, 2018); podrá contribuir para que sus estudiantes lleven una vida emocionalmente más saludable (Gairín-Sallán, 2009). Para que esto ocurra, las IES deben favorecer el desarrollo de competencias socioemocionales no solo en docentes, sino también en estudiantes (Lema-Cachinell, 2020).…”