El número de estudiantes matriculados en programas de Economía en las últimas décadas ha declinado. Este hecho puede explicarse por el aumento de la competencia con programas que los estudiantes consideran más adaptados a la realidad y más amigables en materia de aprendizaje. Este hecho se ha comprobado en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra (Alauddin & Valadkhani, 2003) y se ha encontrado en países como Colombia.