RESUMEN:El objetivo de este trabajo fue valuar la presencia temprana en sitios dentarios e implantarios de cuatro bacterias periodontopatógenas (A. actinomycetemcomitans, P. gingivalis, T. forsythensis y T. denticola) luego de dos semanas de la cirugía de segunda fase, además se propone comparar la presencia de estas 4 bacterias en sitios subgingivales dentarios e implantarios. Se estudiaron mediante reacción en cadena de polimerasa muestras de placa subgingival de implantes y de dientes vecinos a ellos, dos semanas luego de la cirugía de segunda fase. Dieciséis implantes y trece dientes en diez pacientes fueron seleccionados. Luego de dos semanas se encontró presencia de bacterias periodontopatógenas en sitios tanto periodontales como peri-implantarios, no se encontró relación entre diente e implante para P. gingivalis, T. forsythensis y T. denticola. Se encontró una relación significativa para A. actinomycetemcomitans (P<0,005). La bacteria detectada con mayor frecuencia fue P. gingivalis y la menos encontrada fue T. denticola. La dependencia para A. actinomycetemcomitans estuvo relacionada a pacientes con historia de periodontitis. Dentro de los límites de este estudio, los resultados muestran la presencia temprana de los cuatro patógenos periodontales alrededor de los sitios implantarios, y una relación estadísticamente significativa (P<0,005) entre implante y diente para A. actinomycetemcomitans.
PALABRAS CLAVE: patógenos periodontales, PCR, implantes oseointegrados.
INTRODUCCIÓNSe considera que la cavidad oral del ser humano es el nicho ecológico con mayor biodiversidad conocido hasta ahora. En el año 2001 se estimaba que existían 500 especies en la cavidad oral, hoy se calcula que serían por lo menos 700 (Perea, 2004). Aun así se considera que se conoce realmente solo un 50-60% de las bacterias que se encuentran en la cavidad oral (Artimage, 2010).Algunos estudios han demostrado la presencia de elevados niveles de patógenos periodontales a nivel subgingival alrededor de implantes dentales afectados por pérdida ósea y formación de sacos periimplantarios (Hultin et al., 2002;Botero et al., 2005), por lo que se ha propuesto que los dientes adyacentes, periodontalmente comprometidos, podrían servir como reservorios microbianos, desde donde se inicia la colonización de la superficie del implante. No obstante lo anterior, surge la interrogante de si este mismo efecto de reservorio microbiano ocurre con dientes de pacientes sin antecedentes de enfermedad periodontal, o en aquellos casos en los cuales la enfermedad ya fue tratada, considerándose el paciente en normalidad.El 6º Workshop Europeo de Periodoncia realizado el año 2008 confirma que la enfermedad periimplantaria es de naturaleza infecciosa. Describe, además, la mucositis periimplantaria, como una lesión inflamatoria que reside en la mucosa que rodea el implante, mientras que la periimplantitis afecta además el hueso de soporte (Lindhe et al., 2008).