Y llego el día, Después de 5 años ha llegado el día en el que todo el esfuerzo, todos los obstáculos, la distancia, la soledad, la frustración, los lloros, las emociones y la desesperación han valido la pena. El día que decidí estudiar el máster en Valencia y poner 180 km de por medio no imaginé que llegaría hasta aquí. No ha sido fácil, pero de lo que sí estoy segura es que esta etapa ha supuesto un gran aprendizaje en mi vida, y todo gracias a esa gente que lo ha hecho posible.2018. Época pre-pandemia. Clase de inglés. Cuando la profesora pregunta: ¿Who do you have as a mentor or guide to follow? Mi cabeza rápidamente contestó Eloisa, mi jefa. La Dra. Eloisa ha sido siempre un ejemplo a seguir en este mundo científico tan sacrificado.Esa pasión, ese poder con todo, ese sacrificio, esa sabiduría, es lo que cualquier científico quisiera llegar a conseguir. Gracias por tu ayuda en esta andadura, por tu sabiduría, por tu apoyo, por tus sabios consejos siempre y sobre todo por tu confianza. Nunca dejaré de estar agradecida.Del mismo modo, me gustaría agradecer al Dr. Carlos Camps, mi director, al que le agradezco la confianza depositada en mí. Gracias por brindarme la oportunidad de formar parte de este gran equipo multidisciplinar y permitirme crecer cada día en el mundo de la investigación.Y por supuesto, a la Dra. Silvia Calabuig, que, siendo sincera, sin ella no hubiera podido llegar hasta aquí. Eres un gran ejemplo de sacrificio, dedicación y trabajo. No sólo has estado ahí para lo profesional, sino que siempre he sentido un apoyo para lo personal.Gracias, gracias y gracias por estar ahí siempre, por regañarnos cuando hacía falta, por animarnos cuando era necesario, por dar sin esperar recibir. Porque al fin y al cabo siempre has sido la pieza fundamental, aquella que, si falta, hace que no se pueda formar el puzle. Porque si algo se sabe es que, Silvia, siempre está al pie del cañón.