El trauma grave sigue siendo la principal causa de muerte en gente joven en nuestro medio y siguen siendo los accidentes de tráfico la causa fundamental. Según datos de la DGT en 2016, se produjeron 1160 victimas mortales con 5067 heridos que requirieron hospitalización. La enorme carga económica y social que el trauma ejerce en todo el mundo, ha llevado a avances significativos en los últimos 45 años, en el conocimiento de la fisiopatología, en el manejo prehospitalario y hospitalario, en las técnicas de imagen, en la cirugia y en los cuidados intensivos, en la infraestructura y organización necesaria para atender a estos pacientes. Sin embargo la eficacia del tratamiento puede reducirse si las intervenciones necesarias no están disponibles con prontitud o no existe una buena coordinación entre los elementos implicados en el cuidado de los pacientes1. Para algunos autores el sistema de trauma es el sistema “gold estandar”2 para prestar la atención sanitaria adecuada al paciente traumático. En nuestro medio la organización de la atención al trauma grave se encuentra en un escalón inferior a la atención de otras patologías tiempo dependientes, como el ictus isquémico agudo o el síndrome coronario agudo. En esta revisión, dividida en dos partes, se pretende definir que es un sistema de trauma, sus componentes, resaltar la importancia, la situación y desarrollo a nivel internacional y nacional y los requisitos necesarios para su puesta en marcha.