Se expone un caso de un paciente con infección por VIH que ingresó en Medicina Interna por un síndrome constitucional asociado a síntomas de compresión de vías aéreas y digestivas y adenopatías latero-cervicales derechas, en contexto de una neoplasia cérvico-mediastínica diseminada de origen primario desconocido, cuyo diagnóstico definitivo se estableció por técnicas histopatológicas e inmunohistoquímicas. Durante su ingreso el paciente desarrolló un síndrome de Horner incompleto y un taponamiento cardiaco que se pudieron diagnosticar con la clínica y la ecografía a pie de cama respectivamente, demostrando la gran utilidad de esta herramienta diagnóstica en el reconocimiento precoz de condiciones médicas y complicaciones agudas asociadas.