“…La forma secundaria se ha asociado a: ateromatosis aórtica, enfermedades autoinmunes, vasculitis, asbesto, drogas, enfermedades fibrosantes, radioterapia, quimioterapia, cirugía, hemorragias, infecciones, traumatismos, enfermedades relacionadas con IgG4 y tumores [1][2][3][4][5] . Esta última asociación muy infrecuente (8-10% de las FRP) [6][7][8][9][10][11][12][13] .…”