El Angiosarcoma es un tumor infrecuente y agresivo derivado de células endoteliales de los vasos sanguíneos, tiene un pobre pronóstico y su supervivencia a los 5 años es muy baja; la localización más frecuente es el cuero cabelludo o la cara de hombres de raza blanca. Se caracteriza por la aparición de máculas y placas purpúricas con bordes mal definidos que sangran fácilmente y que pueden progresar a nódulos y tumores ulcerados.
La única modalidad terapéutica curativa es la resección quirúrgica completa, aunque también se usa radioterapia y quimioterapia.