“…Estos papeles pueden ser descritos como superficies (Feldman, 1991), sitios, estadios, moldes, sobre los cuales la historia es construida como objeto cultural, o para este caso, artefactos sobre los cuales es posible rastrear los efectos teleológicos y de pretendida continuidad de esa abstracción mistificada que llamamos "Estado". En ese sentido, Gladys y Ligia son historiadoras nativas que describen la vida social del San Juan ampliando y reduciendo la exterioridad del "Estado", construyendo sus propias narrativas y temporalidades, organizando elementos heterogéneos, formulando tramas coherentes a partir de colecciones fragmentadas de papeles (Ortega, 2008;Lowenkron, Ferreira, 2014) firmados y sellados por actores diversos que representan al gobierno legítimo de los bienes públicos. No hay que olvidar que estas prácticas están sometidas a la verificación burocrática y son constituyentes de los procesos de formación de "Estado", única unidad moral representativa, obligada a purificar, responder y ajustar cuentas con el pasado (Borneman, 1997).…”