Las plantas tóxicas de importancia agropecuaria son aquellas que, ingeridas por los animales domésticos, causan daño a su salud y pueden provocar la muerte. De importancia en Medicina Veterinaria son Cestrum parqui L’Her (“duraznillo negro”, Solanaceae) y Pascalia glauca Ortega (“sunchillo”, Asteraceae), ambas hepatotóxicas. La toxicidad se debe a compuestos parquina e hidroxiparquina para Cestrum parqui y un atractilósido en Pascalia glauca, capaces de inhibir el sistema carrier ADP-ATP. Se plantea como hipótesis que los compuestos químicos presentes en Cestrum parqui y Pascalia glauca se comportan como prooxidantes de membranas celulares, provocando la peroxidación de membranas de microsomas y mitocondrias hepáticas, aumentando el estrés oxidativo y que ciertos principios químicos de ambas plantas poseen efectos genotóxicos en células CHO. Los análisis fitoquímicos cualitativos demostraron presencia de flavonoides, taninos, hidroxilos polifenólicos, lípidos, glúcidos, esteroides, alcaloides, saponinas, y ausencia de cardenólidos y leucoantocianinas. En los estudios de peroxidación con extractos metanólicos de Cestrum parqui y Pascalia glauca se observó que poseen capacidad antioxidante atribuible a la presencia de compuestos polifenólicos como flavonoides y taninos, resultando más protegidas las membranas mitocondriales versus microsomales. Los estudios de genotoxicidad realizados demuestran que, en las condiciones de trabajo realizadas, los extractos de ambas plantas poseen capacidad genotóxica dosis dependiente.