“…Su importancia no es sólo agroalimentaria, las leguminosas también producen compuestos secundarios de interés farmacológico entre los que se encuentran alcaloides y aminoácidos no proteicos, isoflavonoides con actividad estrogé-nica, antiangiogénica, antioxidante y anti cancerígena; saponinas con actividad alelopática, antimicrobiana, insecticida, anticolesterolémica, anti inflamatoria, antialérgica y anti cancerígena (Aerts et al 1999, Setchell & Cassidy 1999, Alekel et al 2000, Dixon 2001, Dixon & Summer 2003. Específicamente, en algunas especies de la subfamilia Mimosoideae, se han caracterizado y extraído substancias con propiedades antibióticas, antitumorales, antiofídicas, antimaláricas, cicatrizantes y antivirales, entre otras (Arredondo et al 1998, Osman et al 2002, Gathuma et al 2004, Meckes et al 2004, Ngo-Bum et al 2004, Garavito et al 2006, Kukhetpitakwong et al 2006, Bouhlel et al 2007, Rivera-Arce et al 2007a, 2007b.…”