“…Tiene varias versiones en castellano y es ampliamente utilizado en diversos países de Iberoamérica; como ejemplo se pueden citar estudios en España (Costa, Salamero & Gil, 2007;Galindo, 2011;González & Estévez, 2017); en Chile (Poblete, Glasinovic, Sapag, Barticevic, Arenas & Padilla, 2015), Paraguay (Núñez, 2015), Puerto Rico (Rosa-Rodríguez, Negrón, Maldonado, Toledo & Quiñones, 2015), Argentina (De la Revilla, Luna, Bailón & Medina, 2005;), México (Martínez, Sánchez, Aguilar, Rodríguez & Riveros, 2014;Hernández & Ramírez, 2014), Ecuador (Muñoz, 2016Ordoñez & Tapia, 2016;Moreta, 2016); de parte del Uruguay se puede mencionar el trabajo de Akar (2013) y por Perú a Alva (2016) y Castillo (2016); en Bolivia se ha utilizado con adultos mayores institucionalizados (Gonzales, 2011) y en Brasil se hizo una adaptación en pacientes sobrevivientes de cáncer (Soares et al, 2012).…”