“…En la actualidad muchos de los sistemas eléctricos de potencia se han ido adaptando al ingreso de nuevas fuentes de energía convencional y no convencional [1], lo que da cabida a decir que los sistemas eléctricos de potencia hoy en día están conformados por un tipo de generación híbrida [2], la cual, en un fututo tendrá en su mayor parte generación cuya fuente de energía principalmente sea proveniente de recursos renovables no convencionales [3], [4], lo que provocará que la característica de la frecuencia sea más compleja de analizar [1], [5], dado que la misma está determinada por la respuesta dinámica de las centrales térmicas [6]. La incorporación de estas nuevas fuentes de generación ocasiona que el sistema tenga desbalances en sus flujos de potencia [7], debido a que, estas fuentes de energía no aportan potencia reactiva y el sistema comienza a experimentar variaciones en su frecuencia [2], [3]. Así también, al momento de ocurrir algún tipo de contingencia o perturbación en el sistema, esté podría ocasionar un desbalance generación-carga, provocando eventos de sobrefrecuencia o de baja frecuencia [3], [8], [9] considerables si el sistema queda dividido en islas [10], [11], lo que ocasionara que el sistema tenga zonas con un mayor despacho de generación y baja demanda energética; y zonas con una alta demanda energética pero con un despacho de energía demasiado bajo; a esto se le debe sumar el problema ocasionado por el disparo no ordenado de unidades de generación eólica-PV-térmica [1]; produciendo una falla muy grave en el sistema y por ende una inestabilidad [12] de tal magnitud que podría generar un disparo en cascada de las protecciones con lo que ocurriría un colapso del sistema como lo menciona [11].…”