“…Sin embargo, el cambio abrupto de lo presencial a lo virtual fue algo inesperado, algo para lo que no estuvieron preparados, ni docentes ni estudiantes (Machuca et al, 2021); por consiguiente, los docentes tuvieron que adaptar su metodología a la nueva normalidad y romper el mito de que el uso de tecnologías solo compete a los profesionales de la informática (Alvarez et al, 2021). Por otro lado, también hubo profesores que desarrollaron sesiones a través de estrategias que permitieron una mayor interacción con los estudiantes como la clase invertida (M. Castro et al, 2020), y otros que desarrollaron en las sesiones síncronas métodos centrados en el alumno que se caracterizan por que el profesor promueve la autorregulación en la adquisición del conocimiento, teniendo un alto valor los saberes previos (Ramos et al, 2020) que potenciarán la adquisición de aprendizajes significativos, como es el aprendizaje basado en problemas y los estudios de casos (Pantoja & Covarrubias, 2013;Roca et al, 2015;Sepulveda et al, 2019), que fomentan las capacidades cognitivas de los estudiantes y van construyendo sus saberes a través de la interpretación, contrastación de la información recibida, lo que permite que sean capaces de discernir entre las diversas teorías y posturas, desarrollando el pensamiento crítico en los estudiantes.…”