El aprendizaje-servicio es una metodología que ofrece la posibilidad de aprender mientras se presta un servicio a la comunidad. En el presente trabajo, doce estudiantes debían diseñar y dirigir seis horas de clase relacionadas con los contenidos de la asignatura Juegos, Ocio y Recreación, destinados a prestar un servicio a personas que residían en un centro de atención a la discapacidad intelectual con grandes necesidades de apoyo. Los participantes completaron un cuestionario, antes y después de la experiencia, destinado a la evaluación de sus actitudes hacia la inclusión. Asimismo, realizaron reflexiones individuales después de cada una de las sesiones. Los resultados indican que se observa una tendencia a la mejora en las actitudes hacia la inclusión después del programa, algo que coincide con los resultados del análisis de las reflexiones individuales. Se aprecia un cambio en la percepción de los futuros maestros desde la primera a la última sesión práctica. El primer contacto no fue percibido como una experiencia positiva por los participantes. Los participantes han indicado que la motivación y la adaptación de las tareas han sido sus estrategias inclusivas utilizadas. Se sugiere que las características de los destinatarios del programa han determinado este cambio, ya que los estudiantes se han sentido menos preparados a la hora de atender a la diversidad.