El presente artículo tiene como propósito reflexionar sobre las implicancias del reconocimiento del valor intrínseco de la vida en los bosques y para tal efecto se plantea una visión forestal más allá de la madera; se toma como referencia los aportes de filósofo colombiano Carlos Maldonado y se complementa con los aportes del proceso “Hacia una nueva Política Forestal para el Perú” en la que el autor actuó como sistematizador. Se encuentra que la denominación de recursos forestales obedece a una concepción economicista sustentada por una forma disyuntiva de relación humana con los bosques. Las corrientes de conservación de la naturaleza indican que hay un giro biocéntrico que supera la ética antropocéntrica que ha primado a la fecha. De ahí la necesidad de ampliar la concepción forestal reducida a la madera. De la reflexión se concluye que la incorporación de una visión ampliada de las ciencias forestales incluye el reconocimiento del valor de la vida no humana en los bosques, un proceso novedoso y transformador acorde con la evolución del entendimiento de las relaciones entre la naturaleza (los bosques) y los seres humanos. El mantenimiento, de un lado, de unas ciencias forestales con fuerte carácter reduccionista, disyuntivo, mecanicista, determinista, y de otro lado el sesgo maderero, ha privado un mayor desarrollo en otros importantes campos del bienestar humano y la seguridad humana, en sintonía con el avance del reconocimiento de los derechos de la naturaleza, de los derechos de los animales y el reconocimiento de la sensibilidad e inteligencia en las plantas.