Este artículo explora una serie de prácticas audiovisuales contemporáneas que revisan un legado visual del 68 mexicano a partir de una reciente propuesta curatorial de reempleo de materiales fílmicos de la época, Por ahí del 68… (Festival Ambulante, 2018). Esta revisión se plantea a partir de la intersección de tres genealogías diferentes de trabajo sobre lo fílmico: por un lado, la de los cines militantes de los años sesenta y setenta y su voluntad de intervención política, ya sea a partir de su revisión o de una filiación autoasumida más o menos explícita. En segundo lugar, la tradición del cine experimental, fundamentalmente la que concierne a prácticas que se definen a partir de dos ejes de trabajo interconectados: la (re)apropiación y el reempleo de materiales fílmicos, y el trabajo artesanal con medios obsoletos, como el 8 mm., el súper-8 y el 16 mm. Por último, la línea de trabajo que, al menos desde principios de este siglo, utiliza las "prácticas de archivo" como espacios para la construcción de relatos históricos que, en términos generales, se proponen como contra-archivos que desafían los relatos hegemónicos y constituyen tentativas de construcción de una memoria-o post-memoria-colectiva.