“…La ubicación de la sierra minera y sus ramblas respecto a la laguna ha favorecido la transferencia de metales hacia el mar Menor, procedentes de los lodos de lavado del proceso (ITI 2017; Decreto 259/2019), o bien almacenaban en balsas de estériles, muchas de ellas aún repletas de estos lodos (Robles- Cervantes, 2009). Estas últimas suelen desbordarse durante las lluvias torrenciales, provocando a día de hoy el arrastre de metales hacia la laguna o acumulándose ramblas (García, 2004;Robles-Arenas et al, 2006;Pérez-Sirvent et al, 2021), humedales (Álvarez-Rogel et al, 2004) y sedimento marino (Simonneau, 1973;Marín-Guirao et al, 2005a), quedando además, biodisponibles para la flora (Marín-Guirao et al, 2005a, 2005b y fauna del ecosistema (Rodríguez-Puente et al, 2001;Marín-Guirao, 2007;Muñoz-Vera, 2016;León et al, 2021).…”