Presentamos el caso de un paciente de 40 años con diagnóstico previo de neurofibromatosis y un antecedente crónico de episodios de rectorragias intermitentes que acude al servicio de emergencia por una rectorragia asociada a hipotensión y taquicardia, y es hospitalizado. En los exámenes complementarios se evidencian hemorroides internas de grado 1 que no se correlacionaban con las características clínicas del paciente. Debido a la naturaleza intermitente del cuadro hemorrágico se sospechó de alguna malformación vascular, la cual se confirmó posteriormente mediante una angiografía abdomino-pélvica.