Las manifestaciones sistémicas no habituales de la arteritis de células gigantes incluyen las respiratorias, pudiendo ser éstas también secundarias al propio tratamiento y ser el síntoma de inicio, según algunas series, en hasta el 4% de los casos. Dentro de ellas, la tos crónica, entendida como aquella que persiste durante al menos tres semanas ha sido descrita como síntoma raro, que habitualmente lleva a un retraso en el diagnóstico de la enfermedad y responde muy pronto al tratamiento esteroideo. El mecanismo fisiopatológico no está totalmente aclarado habiéndose propuesto, entre otras hipótesis, la formación de granulomas en la pared bronquial con vasculitis pulmonar, la alveolitis linfocitaria o la vasculitis de la arteria maxilar interna.Presentamos el caso de un varón de 73 años, con historia laboral de trabajo en planta petroquímica y antecedentes personales de pielonefritis hace 45 años, neumonía hace 5, y cirugía de dos hernias inguinales. Exfumador de unos 20 años/paquete desde hace más de diez años, no refería otros hábitos tóxicos.Acudió a consulta por presentar desde hacía unos seis meses tos no productiva, sin ritmo circadiano, no acompañada de disnea, dolor torácico ni fiebre, que había sido tratada inicialmente por su médico de Atención Primaria (MAP) con omeprazol 40 mg, con mejoría inicial para luego empeorar de nuevo a pesar de continuar tomándolo. Refería también astenia y pérdida de apetito, y de unos seis kilogramos de peso en los primeros tres meses, manteniéndose luego sin variaciones ponderales. La exploración física era normal. En la analítica inicial destacaba: Gluc: 148; proteínas totales: 6,3; albúmina: 2,3; PCR: 18,9; fibrinógeno: 1.326; hemoglobina: 11,9. La radiografía de tórax no mostró alteraciones parenquimatosas pulmonares, pleurales ni mediastíni-cas, pero una ecografía abdominal detectó varias lesiones ocupantes de espacio (loes) hepáticas. Con todo esto, se decidió ingresar al paciente por cuadro constitucional acompañado de tos crónica y presencia de loes hepáticas para estudio.Durante la hospitalización se continuó el estudio analítico, obteniéndose valores normales de TSH, alfa FP, CEA, PSA, sistemático de orina, ANA, ENA e IgE. El proteinograma dio valores ligeramente elevados de alfa1 globulina. Tanto la inmunofijación en suero como la inmunoelectroforesis en orina mostraron una banda monoclonal de precipitación correspondiente a cadenas ligeras kappa. Las pruebas serológicas para VHC, coxiella, CMV y VHS fueron negativas, y de infección pasada frente a VHB y toxoplasma. Las radiografías de senos paranasales fueron normales, así como una espirometría con test de broncodilatación, pese a lo cual se probó con un tratamiento broncodilatador debido a la persistencia de los síntomas y las dificultades para llevar a cabo otras pruebas de función pulmonar que apoyaran o descartaran con mayor seguridad el diagnóstico de asma por no realizarse en nuestro hospital. Una TAC toraco-abdominal destacaba como únicos hallazgos: Elongación del cayado aórtico y dos imágenes hipodensas ...