Introducción. Las personas con discapacidad viven situaciones de exclusión social que han limitado el desarrollo de sus dimensiones de calidad de vida en comparación con el resto de la sociedad. Esto se debe a la falta de apoyos que reciben para realizar las actividades cotidianas, lo que reduce su participación social. La danza, como expresión artística, presenta beneficios sobre la salud y la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. La exclusión social que sufren las personas con discapacidad hace necesario replantear técnicas y herramientas capaces de aumentar el bienestar general del colectivo, especialmente en una disciplina como el Trabajo Social, que pivota sobre el derecho al pleno desarrollo socio personal de las personas con las que se trabaja. Este estudio pretende analizar los efectos de la danza en la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. Metodología. Se ha realizado una investigación cualitativa exploratoria y descriptiva mediante la revisión bibliográfica y la realización de entrevistas semiestructuradas encaminadas a estudiar la experiencia subjetiva y captar el significado particular atribuido a los datos recogidos. Se utilizó un muestreo no probabilístico a través de informantes clave. Participaron un total de nueve personas entre los que se encontraban tres profesores de danza, cuatro personas con discapacidad intelectual, una madre y la presidenta de una Asociación de Familiares para el Ocio y Tiempo Libre. La diversidad de perfiles permitió obtener discursos complementarios, ofreciendo una visión más amplia del objeto de estudio. Sin embargo, este trabajo no pretende generalizar los resultados. Resultados. Los hallazgos muestran los beneficios y el potencial de la danza en diferentes dimensiones de la calidad de vida y el funcionamiento humano de las personas con discapacidad intelectual. La evidencia empírica realizada en el marco de esta investigación evidencia que esta actividad artística promueve patrones de comportamiento y el desarrollo de determinadas dimensiones de la calidad de vida. Discusión. El imaginario social en torno a la idea de funcionalidad requiere un inmenso esfuerzo para encajar en los preceptos culturales de la sociedad. La participación en este tipo de actividades ha contribuido a visibilizar este colectivo. Se puede afirmar que la danza mejora la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. Su impacto se refleja en el peso que el colectivo asigna a esta actividad y su vinculación con el potencial de crecimiento, específicamente en lo que respecta a las nociones de oportunidad, relaciones sociales y participación social. Conclusiones. Finalmente, la expresión comunicativa modifica las actitudes hacia posiciones inclusivas para promover el empoderamiento y la mejora de la calidad de vida. Este trabajo demuestra que el uso de la danza o las actividades artísticas como herramienta de intervención social es beneficioso cuando se trabaja con personas y/o grupos en situación de vulnerabilidad social. Esta investigación aporta nuevos conocimientos sobre la influencia de las expresiones artísticas en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y abre un nuevo campo dentro del Trabajo Social.