“…En éste sentido, se maneja el término de la imagen corporal refiriéndose a los sentimientos de una persona sobre la estética y el atractivo sexual del propio cuerpo (Padrón-Salas et al, 2015), tales como la figura corporal, los gestos, la postura, las maneras y los estilos de vestir (Gil Madrona, 2013). Por otra parte, el término autoestima se define como el aprecio de una persona sobre sí misma (Padrón-Salas et al, 2015), y que en su condición negativa o escasa, puede entenderse como una estructura de la imagen corporal de una persona a partir de las siguientes dimensiones: nivel psicofisiológico, que son respuestas de activación del Sistema Nervioso Autónomo (sudor, temblor, dificultad de respiración, etcétera. ); nivel conductual, que incluye conductas de evitación, camuflaje, rituales de comprobación, realización de dieta, ejercicio físico, etcétera; nivel cognitivo-afectivo, como preocupación intensa, creencias irracionales, distorsiones perceptivas, sobreestimación y subestimación, tristeza, vergüenza, etcétera; nivel perceptual, que es la forma como se percibe el tamaño de diferentes segmentos corporales (Raich, 2004).…”