Introducción: Nuestro objetivo fue evaluar la ingesta dietética y los índices antropométricos en estudiantes de medicina con historia familiar positiva de diabetes tipo 2 (FH-T2D)(+) y sin antecedentes familiares FH-T2D(-).Material y métodos: 144 estudiantes fueron analizados en este estudio transversal y observacional realizado durante el año escolar 2017-2018 mediante entrevistas y un diario de alimentos de 7 días. Los participantes se caracterizaron antropométricamente. Se calculó el ínidce cintura-cadera (WHR) y el índice cintura-altura (WHtR), el área muscular corregida de la mitad del brazo (MAMA), el índice de grasa del brazo (FAI) así como el pliegue cutáneo tricipital (TSF).Resultados:El 79,2% (95%CI: 72,5- 85,8) tenían FH-T2D. El IMC fue significativamente mayor en los participantes con FH-T2D que en aquellos sin FH-T2D (23,7 ± 3,8 v 25,0 ± 3,7, respectivamente, p <0,05). No se determinaron diferencias significativas en los índices basados en la distribución de grasa central (WHtR y WHR), la distribución periférica (FAI y TSF) o la masa muscular (MAMA), cuando se estratificó por FH-T2D. Al comparar la ingesta dietética de participantes con y sin FH-T2D, respectivamente, observamos un consumo bajo / ninguno de leguminosas [30% (95%CI: 21,4-38,2) frente a 23% (95%CI: 8,2-38,5)], dietas altas en proteínas [38,6% (95%CI: 29,7-47,5) frente a 46,7% (95%CI: 28,8-64,5)], bajas en carbohidratos [84,2% (95%CI: 77,5-90,9) frente a 83,3% (95%CI: 70,0-96,7)], y la ingesta de energía insuficiente [64% (95%CI: 55,2-72,8) frente a 56,7% (95%CI: 38,9-74,4)], donde las alteraciones en el patrón de la dieta fueron más perjudiciales para el grupo FH-T2D(+). Los participantes con FH-T2D consumieron al final del día [60% (95%CI: 50,6-68,6) frente a 54% (95%CI: 35,5-71,2)].Conclusiones: Aunque hubo diferencias mínimas significativas con el consumo por categorías de alimentos, aquellos estudiantes con FH-T2D presentaron un patrón dietético deficiente, poco variado y desequilibrado con un consumo de energía principalmente por la noche. Estos factores, si se prolongan, podrían aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.