“…Concretamente en el alti-plano de Bogotá, en zonas de influencia de la vertiente del Río Bogotá, fenómenos como el de La Niña, tienen grandes repercusiones, no solo por la inundación misma y su efecto directo en la planta, sino que para el caso, 10.000 ha tienen influencia de distritos de riego que derivan aguas de este rio, el cual presenta altos contenidos de sales, contaminantes orgánicos y metales pesados. Algunas zonas, con las inundaciones y desbordamiento de dicho rio quedaron expuestas a sobrecargas de estas sales y elementos: Diversos estudios, han referenciado alto grado de contaminación con arsénico, cadmio, cobalto, cromo, cobre, hierro, mercurio, manganeso, níquel, plomo, estroncio y zinc además de moléculas orgánicas e inorgánicas altamente tóxicas (Miranda et al, 2008) todos estos elementos y compuestos, además de ser problemáticos por generar estrés en plantas, disminuir sus rendimientos, incrementar la susceptibilidad a plagas y enfermedades, (Rao y Li, 2003), una vez son consumidas las plantas, estos elementos se fijan en la cadena alimenticia, afectando directamente a humanos entre otros, mediante fenómenos de bioacumulación y biomagnificación (Morgano et al, 2011, Nica et al, 2012.…”