“…La CA ha sido relacionada con factores de riesgo cardiovascular; Gröber-Grätz buscando determinar entre IMC y CA, al mejor indicador asociado a hipertensión o dislipidemia en niños obesos, encuentra que el incremento de CA está fuertemente asociado a dislipidemia [15] ; Rosini y col., buscando predecir hiperglicemia y dislipidemia en adolescentes, concluyen que la CA puede usarse para tamizar e identificar estudiantes con factores de riesgo metabólico [16] ; Romero-Velarde y col., evaluando la asociación del IMC y CA con factores de riesgo cardiovascular en niños y adolescentes concluyen que tanto la CA, como el IMC se asocian con alteraciones de la presión arterial, la insulina y el índice HOMA-IR (Modelo homeostatico para evaluar la resistencia a la insulina-HOmeostatic Model Assesment-Insulin Resistence) [17] ; Mehta, utilizando el indicador CA frente a riesgo cardiovascular en niños y adolescentes, demuestra sensibilidad del 75 % y especificidad del 94 % [18] ; Valle-Leal y col., utilizando el índice cintura-estatura (ICE) en obesos, encuentran que 36 % tenía ICE < 0.5 y un 64 % > 0.5, y de estos últimos el 76 % tenía hipertrigliceridemia, y 93 % hipercolesterolemia; recomendando al ICE como un indicador práctico para riesgo metabólico [19] ; Furtado y col., buscando medidas antropométricas como predictoras de dislipidemia y riesgo cardiovascular en escolares, encuentran que la mitad de quienes tenían peso normal y la mayoría de quienes presentaban sobrepeso u obesidad, tenían alterado, por lo menos, un elemento del perfil lipídico y que la CA estaba fuertemente asociada a dislipidemia [20] ; y, Sapunar y col., buscando determinar la prevalencia de dislipidemias y riesgo aterogénico, encuentran que la CA tenía potencial para identificar riesgo de aterogenicidad elevado [21] . Sin embargo, Quadros y col., buscando la capacidad predictiva de indicadores antropométricos (IMC, CA, relación CA/T y pliegues subcutáneos), para tamizaje de dislipidemia en niños y adolescentes, encuentran que la CA mostraba asociación a dislipidemia al final de la adolescencia, pero que en general tenía muy poca utilidad para tamizar dislipidemia [22] ; y, Enes y col., valorando la asociación entre exceso de peso y dislipidemia, encuentran una alta prevalencia de dislipidemia (81 %), pero sin asociación significativa entre alteración del perfil lipídico con la CA [23] .…”