“…Frente a la aceptación generalizada, sobre todo desde el imprescindible conocimiento empírico, de la existencia de tres fases ! 4 fundamentales en la carrera de 100 metros lisos: aceleración, velocidad máxima y deceleración (Bruggeman y Glad, 1990;Čoh, Babic y Mackala, 2010;Dick, 1989;Gajer, Thepaut-Mathieu y Lehenatt, 1999;Ilbeigi, Hagman y Van Gheluwe, 2010;Letzelter, 2006;Mero, Komi y Gregor, 1992;Moravec et al,1988;Radford, 1990;Ross, Leveritt y Riek, 2001) han sido planteados pocos métodos de cálculo de la amplitud de las diferentes fases basándose en variables cuantificables de la carrera (Čoh y Tomazin, 2006;Delecluse, 1997;Mackala, 2007;Nagahara, Naito, Morin y Zushi, 2014;Schiffer, 2009). Así, se echa en falta un método de cálculo que ayude a los entrenadores a determinar espacial y temporalmente el final de cada una de las fases de carrera.…”