El artículo aborda el Farol Indiano y guía de curas de indios de fray Manuel Pérez, párroco de un barrio de indios en la ciudad de México a inicios del siglo XVIII, para analizar los contrastes que establecía entre la condición, conductas y actitudes de sus feligreses respecto de sus previas experiencias en un remoto pueblo serrano. Estos comentarios interesan porque arrojan luz sobre indios que vivían en estrecho contacto y comunicación con españoles y las llamadas “castas”, y que estaban plenamente integrados a la vida social y económica de la ciudad. Aparece, también, la dura condición de muchos de sus feligreses, empleados en panaderías, obrajes y curtiembres, así como los abusos que sufrían de parte de los alguaciles. Asimismo, presenta un panorama interesante sobre su forma de adaptarse a difíciles circunstancias y la manera en que buscaban prácticas sociales y económicas para sobrevivir e incluso medrar en la gran ciudad.