Los grupos E son una tipología muy singular en la arquitectura maya. Estos conjuntos están formados por una plaza central delimitada a un costado por un edificio piramidal, y al otro por una plataforma alargada que generalmente soporta tres estructuras. Esta denominación se originó en Uaxactún, por la nomenclatura otorgada al primer conjunto identificado con tales características. En 1924, Frans Blom observó que, mirando desde la pirámide, era posible ver la alineación del sol sobre las tres estructuras al este durante los solsticios y los equinoccios, y sugirió que podría tratarse de un complejo de observación del ciclo solar. Después, se han realizado diversos estudios arqueológicos y arqueo-astronómicos que han llevado a la formulación de hipótesis diferentes, incluso a veces conflictivas, sobre la posible función de estos conjuntos. Los edificios que forman parte de los grupos E fueron sometidos en el tiempo a varias transformaciones, una práctica muy común en la arquitectura maya que, en muchos casos, comprendía la clausura y el rellenado de las estructuras preexistentes para ser después incorporadas en el volumen del nuevo edificio. Las remodelaciones que los constructores mayas aportaron en el tiempo alteraron tanto las dimensiones como las relaciones espaciales entre los edificios de estos conjuntos, generando una compleja superposición de fases constructivas. En este trabajo analizamos y comparamos desde un punto de vista arquitectónico los edificios de los grupos E de Mundo Perdido en Tikal, y de Uaxactún, centrándonos en su evolución constructiva.