“…https://doi.org/10.55204/trc.v3i1.e127 más llegar a un diagnóstico temprano de este síndrome, a pacientes que presenten enfermedad de Addison, se les debe hacer controles de perfil tiroideo para descartar una asociación de enfermedad tiroidea autoinmune, puesto que una patología como la tiroiditis de Hashimoto puede llegar hasta años después y pasar desapercibida, empeorando el pronóstico a largo plazo, si no es tratada de manera temprana.Si bien hasta el momento no se ha relacionado medicamentos que puedan causar este síndrome, un estudio reciente ha revelado que, durante la terapia inmunitaria para tratar el cáncer, el uso de medicamentos como inhibidores de punto de control inmunitario, como uno de sus efectos adversos ha sido el desarrollo de síndrome poliglandular autoinmune tipo II, sin embargo, este efecto secundario es muy raro(30).Otro medicamento que puede estar implicado en el desarrollo de este síndrome es el omalizumbab, en donde en un reporte de caso describe que, tras el uso de 26 meses de este medicamento, la paciente desarrollo síndrome poliglandular autoinmune tipo II, sin embargo, se necesita más evidencia para hacer una confirmación de causa-efecto(31).En un estudio realizado se demostró que en pacientes con síndrome poliglandular autoinmune tipo II, la vitamina D es capaz de regular los genes sensibles a esta y en monocitos primario regula el marcador CD14, suprime los mediadores inflamatorios y aumenta los mediadores antiinflamatorios(32).Una insuficiencia ovárica en edades tempranas indica de forma alarmante la presencia de una disfunción endocrina múltiple, y un indicio de síndrome poliglandular autoinmune, por lo que en pacientes que presenten esta alteración, se recomienda realizarse pruebas de inmunidad, para el descarte de dicho síndrome(33).En pacientes gestantes que presenten síndrome poliglandular autoinmune tipo II, se debe tener un estrecho control de signos y síntomas, y una vigilancia tanto con ginecología como con endocrinología, en un reporte de caso se describe a una mujer gestante, mediante técnicas de reproducción asistida, dicho embarazo se llevó con éxito y no hubo complicaciones durante el parto, tanto la madre como el recién nacido no tuvieron complicaciones. Sin embargo, el manejo durante el embarazo fue complicado, se hizo el adecuado reemplazo de glucocorticoides, y según el perfil electrolítico de la paciente y su estado de salud se hizo el adecuado reemplazo de mineralocorticoides(34).En nuestra paciente se llegó a los diagnósticos definitivos por clínica y resultados de exámenes de laboratorio. Desde la primera manifestación clínica que presentó la paciente hasta el diagnóstico definitivo de síndrome poliglandular autoinmune tipo II, transcurrió cinco años.…”