“…Se tiene que, en América Latina y el Caribe, al 2015, aproximadamente el 50% de la población rural (21% del total) eran mujeres; de las cuales "cerca del 20% pertenece a pueblos indígenas" (Nobre et al, 2017, p.1). Las actividades económicas que desarrollan las mujeres rurales son diversas, como: la agropecuaria o forestal, las que son asalariadas o también las no agrícolas tal que el comercio, la artesanía o el turismo, e incluso otras como técnicas y directivas; lo cual se asocia con la modernización y pluriactividad que caracteriza la economía rural en las últimas décadas, que está siendo promovida mayormente por las mujeres, en particular por las más jóvenes, incluso en oficios tradicionales de varones, como los servicios técnicos (Pérez, 2018, Villafuerte et al, 2022); "…ya no es el espacio exclusivo de la producción agropecuaria…".Lo que se percibe es "…la intensificación de la articulación entre la actividad agraria y los demás sectores económicos…" (Fuller, 2010, p.294). Así, también, Morales et al (2019) halla presencia femenina en labores directivas, y no solo en las típicas rurales.…”